¿Quién quisiera ver una simulación de documental lleno de incertidumbre y que va destruyéndose con su propia narrativa?
La película se realiza desde una mirada outsider, Escocia no es un bancoes un reclamo a los dogmas, a las estructuras e instituciones que no fueron capaces de otorgar lo prometido. La nostalgia como salvación también es institución: un mayor hundimiento. Los Nuevos Maevans, proyecto performático donde sus actos en vivo fueron una puesta en escena a manera de playback. Escocia no es, efectivamente, un banco. Es la caída inevitable del ser humano en 83 minutos.
CARLOS MALDONADO
» Todavía hay mucha gente que nos quiere escuchar «